domingo, 10 de agosto de 2008

Una letra, una palabra, una frase, es literatura.

A través de literatura, el ser humano se expresa, reflexiona, manipula, fantasea, da rienda suelta a su imaginación, crea historias, se cuestiona a sí mismo, busca nuevos significados y puede crear obras que perduren en el tiempo por los valores que transmite.
Hay que entender la literatura como la habilidad de escribir de forma artística y también la capacidad de lectura y estudio de dichos textos.

La literatura ha sido el vehículo desde hace miles de años de transmisión, y sobre todo a partir de la invención de la imprenta, pero desde el siglo pasado, un público cada vez más numeroso, ha optado por otros canales o medios que transmiten con mayor facilidad y rapidez.
Pero estamos justamente en el momento de la historia que más libros se producen y más se lee, aumentan los lectores de prensa y los préstamos de libros en bibliotecas; y es que la lectura es la base de la cultura y la escritura es la libertad de expresión del escritor.

Sólo me gustaría poner algunos ejemplos de la importancia que ha representado la lectura y la escritura para el ser humano:
Se ha podido transmitir conocimientos y tradiciones durantes siglos, han llegado a nuestros tiempos obras del mundo antiguo que en su origen eran orales (los mitos, la Odisea). Obras escritas desde hace centenares de años, rigen la moral y las actitudes de miles de millones de personas, como la Biblia, el Corán, la Torá, Bhagavad Gita. El mundo del cine, antes de tomar imágenes, necesita de un guión escrito con toda la historia que se pretende mostrar. Estos son sólo algunos ejemplos del poder de la literatura.
Para nada estoy de acuerdo con la expresión “Una imagen vale más que mil palabras”.

Y es que no voy a negar que una imagen tenga una fuerza incontestable para poder mostrarnos algo, pero el poder de la palabra es innegable también. Con mil palabras puedes enamorar y a la vez romper un corazón, puedes hacer creer que la violencia desaparecerá del mundo, puedes transmitir conocimientos, puedes manipular la historia, hacer soñar a los niños…
Lo que pretendo en esta sección es exponer obras literarias que por su contenido trasciendan en lo personal, que inciten al debate y a la contraposición de ideas, que pongan en cuestión valores y fundamentos, creencias, sentimientos, formas de vida, que creen utopías o ensoñaciones.
Es conveniente recalcar que todos los miembros de Kultureros, ninguno de nosotros, está en posesión de la verdad y que todos, en mayor o menor medida, pretendemos enriquecer el acervo cultural de los demás.

Solamente nuestros ensayos y vuestros comentarios nos permitirán convivir en buena armonía y que la nave de la cultura navegue a todo babor y llegué a buen puerto. Un conocimiento que nos llevará a respetar vuestras opiniones, comentarios, ideas, sentimientos, creencias y valores que difieran de los nuestros, porque son los vuestros, del mismo modo que vosotros aceptaréis los nuestros.
Dani Martínez Rodríguez

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