lunes, 6 de octubre de 2008

Sobran las palabras


Tiro en la cabeza, de Jaime Rosales

Título original: Tiro en la cabeza. Nacionalidad: España. Año: 2008. Dirección: Jaime Rosales. Guión: Jaime Rosales. Productores: Jaime Rosales, José Mª Rosales y Jerome Dopffer. Productor ejecutivo: Miguel Morales. Dirección de Producción: Bárbara Díez. Intérpretes: Ion Arretxe (Ion), Iñigo Royo (Lara), Jaione Otxoa (Garbiñe), Ana Vila (Susana). Web oficial: http://www.tiroenlacabeza.com/.


Jaime Rosales destaca por ser un director poco común. Sus historias cinematográficas hablan de nuestra naturaleza social y de la psicología cotidiana que la caracteriza. Ya nos sorprendió con la premiada, La Soledad, y con Tiro en la cabeza nos presenta el testimonio escalofriante de como inquietar al espectador y hacerlo sentir incómodo frente a la gran pantalla.

La incomprensión invade al público cuando durante el primer cuarto de hora de metraje tan sólo se ha reflejado la mirada lejana y silenciosa sobre el quehacer diario de Ion (Ion Arretxe). El sonido de ambiente invade las imágenes sin dar lugar al diálogo entre el protagonista y sus semejantes.

La apuesta es arriesgada. Es un experimento cinematográfico que pretende relatar los hechos de un atentado terrorista sin realizar ningún tipo de juicio sobre lo narrado. Es una obra difícil que requiere de una predisposición del espectador para su aprehensión.

El relato es frío y distante pero durante su evolución consigue que la tensión crezca paulatinamente. La esfera retratada ahoga al espectador y la perspectiva permite que los acontecimientos sean vistos desde los ojos de un testimonio en vivo.

El acierto del film es medir lo sucedido desde la extrema neutralidad y brindarnos un sonido nítido y excelente, que sirve como elemento distante dentro de la acción. Del mismo modo, la cámara capta la figura del protagonista sin evitar los obstáculos que le aparecen para llegar a él.
Las fronteras de la película con el videoarte son representativas y el experimento se nos presenta como una obra de arte puramente reflexiva. Los códigos para interpretarla son poco usuales para el público. Representan un gran esfuerzo de comprensión para poder familiarizarse con ellos.

Pese a que la película ha gozado de un impacto social notable, su presencia en salas ha sido mínima. Tiro en la cabeza es una obra compleja que consigue avivar el debate social alrededor de una de las realidades más próximas a nuestro contexto inmediato. Es una obra necesaria que no dejará indiferente a nadie, sino que salpicará la conciencia de todo aquel que la vea.




Chus López

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