domingo, 7 de septiembre de 2008

Ché, el argentino (2008), de Steven Soderbergh

Patria o muerte

Título: Ché, el argentino. Nacionalidad: EEUU, Francia y España. 2008. Dirección: Steven Soderbergh. Guión: Peter Buchman. Inspirada en el Diario Boliviano de Ernesto Che Guevara. Fotografía: Peter Andrews. Montaje: Pablo Zumarraga. Banda Sonora: Alberto Iglesias. Intérpretes: Benicio del Toro (Ché), Demian Bichir (Fidel Castro), Rodrigo Santoro (Raúl Castro), Santiago Cabrera (Camillo Cienfuegos), Elvira Mínguez (Celia Sánchez), Jorge Perugorría (Joaquín), Edgar Ramírez (Ciro Redondo) entre otros. Productores: Laura Bickford y Benicio del Toro.Duración:131 min.Página Web: http://www.cheelargentino.com/.Estreno: 5 de septiembre.



Ché, el argentino es un documento cinematográfico fidedigno y realista sobre la figura del Ché, así como de su participación en el seno de la Revolución Cubana. A pesar de la imagen estereotipada que hoy en día podemos percibir sobre este líder revolucionario, Steven Soderbergh consigue transmitir una imagen clara del idealismo y de los valores que el Ché encarnó y quiso transmitir.

El film relata los sucesos acontecidos durante la etapa inicial de la Revolución Cubana contra el régimen del General Fulgencio Batista, desde su gestación, el 13 de julio de 1955 en Méjico, hasta su consolidación, a inicios del 1959 en Santa Clara. A modo de flashbacks, la película también relata acontecimientos posteriores a la victoria revolucionaria, que ayudan a comprender mejor la evolución personal e idealista del Ché.

La película muestra el esfuerzo por plasmar la variedad de perspectivas políticas que participaron de la Revolución Cubana, ya fuera a favor o en contra. Tras una ardua tarea de investigación de siete años, el valor documental representado por la obra es notable. El contexto sociopolítico representado está muy cerca de la realidad que aconteció.

Las soberbias interpretaciones de Benicio del Toro (Ché) y Demian Bichir (Fidel Castro) acentúan el realismo de la pieza. El parecido físico de ambos intérpretes respecto a sus personajes es imprescindible para poder aproximarnos a los valores originarios de la Revolución, así como a sus dos maneras de entender los acontecimientos políticos de la isla caribeña. El talento del elenco de intérpretes secundarios refuerza la interpretación de ambos personajes.

El pulso cinematográfico del director se deja entrever en toda el metraje. Steven Soderbergh ya nos deleitó con su clara visión documentalista del hecho cinematográfico a través de obras como Erin Brockovich o Traffic. En Ché, el argetino, su estilo realista e independiente ya se deja entrever en el rodaje mayoritariamente castellano de la obra. Tras la cámara su aproximación a los personajes y al conflicto facilita la mirada del espectador y le permite pocas licencias para representar lo mostrado.

La división de la obra en dos partes, Ché, el argentino y Guerrilla, puede alterar el seguimiento de los acontecimientos por aquellos espectadores que no estén demasiado familiarizados con la figura del Ché. Cabe decir que el proceso histórico que se representa es muy amplio y enrevesado para ofrecerle al espectador una película global de aproximadamente 240 minutos de duración.

Pese a ello, Ché, el argentino es una obra cinematográfica espléndida para comprender a este héroe revolucionario y popular. La imparcialidad moral del film facilita la reflexión del espectador y no condiciona su juicio sobre los valores que encarnaron a la revolución. El debate ideológico está servido.



Chus López



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